miércoles, 16 de mayo de 2012

Mialgia

Una agradable mialgia me embarga. Hace mucho que no sentía esto y ahora me doy cuenta que lo extrañaba. Me remoto a mis días de adolescente cuando todavía vivía en el campo, cuando cada jueves era un día especial para mi cuerpo.

Era mi más grande diversión hacer sudar este cuerpo, mover mis músculos, huesos y tendones bajo la presión de mi instructor. Me sentía feliz, capaz. El dolor, el cansancio y el deseo de ser mejor se mezclaban junto con mi sudor.

Al amanecer el viernes, sentía los resultados de mi esfuerzo; una mialgia en todos los músculos trabajados. No sé por qué, pero pensaba que sentir ese dolor era la única muestra visible de mis resultados. No te he olvidado Garra de Águila, volveré a ti.



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