Otra cosa que quiero es estar en el solitario lugar de los bambúes. Escuchar sus sonidos temerarios y mensajeros. Mirar hacia arriba y ver el cielo azul a través de sus verdes hojas. Recordar aquellos momentos únicos que viví en aquel lugar.
Quiero poder mirar aquel grande envalse de aguas envalse envalse de aguas dulces y escuchar el sonido de sus aguas moviéndose de un lado a otro. Serenas y silenciosas como una serpiente, llevando el mensaje de la estabilidad en la energía de sus olas.
Quisiera estar debajo de ellas, sintiéndome fresco por sus aguas, de los pies a la cabeza. Quiero que sus aguas toquen mi piel y sentirme abrazado por sus moléculas. Sentirme liviano, menos pesado; libre de toda carga.
Si no pudiera ir a ese lugar, entonces seguro me encontrarás en mi campo. Lleno de verde y fresco aire descontaminado. Estaré allá respirando serenidad y plenitud y sintiéndome solitario y seguro; en contacto conmigo mismo.
Necesito volver al viejo hábito de la meditación, pues solo ella puede llevarme a aquellos lugares que real o imaginariamente he visitado.
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