martes, 29 de noviembre de 2011

Melancolía

La melancolía me acompaña en esta noche. Está aquí a mi lado y no se quiere ir. Yo realmente no sé que hacer con ella, pero lucharé; lucharé contra ella.

Continuo con el firme propósito de no renunciar a mi promesa. Lamento expresar que esto ha sido mucho más difícil de lo que esperaba, pero es así. Me creía más fuerte en este tipo de situaciones, pero me he dado cuenta que soy un frágil chiquillo, que me siento herido.

Mi cabeza sigue con la frente en alto. Pero tú, si lees esto, debes saber que me siento mal, muy mal. A pesar de todo, he decidido borrarte de mi vida. No quiero pensar en la más mínima posibilidad de reintentarlo.

Mis análisis concuerdan en que eres la persona a la que más he querido. También he concluido que no eras para mí. No, ya tu estabas fuertemente atada con los lazos del compromiso nupcial. Y, no te culpo. Tienes todo el derecho de hacer lo que desees con tu vida y yo, personalmente, creo que ese camino tan perpendicular a mi, te conviene más.

Mis endorfinas han disminuido, pero solo por unos días. Pronto reiré y seré feliz de nuevo. No creo que realmente pueda encontrar una persona que se adapte a este ritmo de vida tan loco que llevo, pero  no es necesario para mi. No por ahora.

¿Tú y ella son novios, amigos, compañeros o qué?
No hermanita, ella y yo solo somos amigos; solamente amigos.
--Ahhh, porque ustedes parecen quererse mucho....


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