domingo, 27 de noviembre de 2011

La realidad prevalece ante la fantasía

A veces me pregunto por qué soy tan incrédulo ante las promesas buenas de la vida. Y hoy me doy cuenta de que, una vez más, como en muchas otras ocasiones, he actuado bien.

La vida me quiso crear ilusiones con ella, me quiso hacer creer que era feliz. Si, me sentía feliz, pero mi felicidad era ficticia y yo trataba de no creerlo. Ahora trato de descubrir que es lo que siento en este momento. 


Me siento liberado; liberado de un gran y agradable peso. Se que estoy solo y así seguiré por mucho tiempo. Aunque, ahora que lo pienso, nunca estuve acompañado contigo. Estuve más solo que nunca; creyendo estar acompañado ignorando que en cualquier momento esto terminaría. 


Sin embargo, no me arrepiento de todo lo vivido. Yo si disfruté al máximo todas esas agradables experiencias. Ahora ya no son, pero las considero más agradable que cuando fueron, pues no hay nadie que pueda dañarlas. Están a salvo en mi memoria, en mis recuerdos y yo las protejeré, recordándolas todos los días.  No como en aquellas ocasiones en las que yo temía por nosotros, como si lo que hacíamos fuera ilegal.


Ahora bien, si mi fantasía eras tú, cuál mi realidad? Simplemente, mi realidad es que soy un joven solitario que trata de ser socialmente aceptable, pero sin socializarme mucho. Soy muy humilde y poco ambicioso. Trato de ser invisible, aunque aveces no puedo. Sé que puedo mucho pero no aspiro a tanto. Mi mayor pasión no son las mujeres, es el estudio. Te quiero y te deseo, pero NO ERES PARA MI.  


Adiós de mi vida

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